Símbolo celta con las tres espirales en movimiento representa tres manifestaciones de Dios. Los Druidas eran los únicos que podían portar este símbolo sagrado.
El Trisquel manifiesta el principio y el fin, la eterna evolución y el perpetuo aprendizaje. Los brazos del Trisquel suponen la unión de los tres elementos fundamentales dentro del cosmos celta; la tierra, el agua y el aire. Como talismán era usado para curar fiebres y aliviar heridas.
Facilita el equilibrio entre el cuerpo la mente y el espíritu.
Y yo lo tengo junto a mi Trasgu, el que de vez en cuando hace de las suyas en el taller, y me saca una sonrisa haciéndome olvidar la nostalgia y el mal humor.
Estos son mi Trisquel y mi Trasgu. Mi fuerza y mi constancia. La tierra que piso, el agua que me sacia y el aire que respiro
Fotos realizadas por Natasha Larchier
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