Pensareis que
todas las entradas las empiezo igual, pero cuando hago una entrada es porque
esa pieza o piezas, tiene algo especial para mi, porque gracias a mi trabajo
conozco personas maravillosas.
Este, lo voy a dedicar a unas cuantas que he conocido y que estoy
conociendo, una pequeña-gran familia que me ha acogido desde el
primer día como parte de ella, pero muy especialmente, a la que es el
motor que hace mover los engranajes.
Enreda, así es como la conocemos todas, el nick le va, que ni
pintado, es una lianta, en el buen sentido de la palabra, nos enreda en su
mundo de las ondas y nos hace sentirnos como en casa.
Madrileña, gallega y andaluza, con esa mezcla del norte, centro y
sur de España, cualquiera se puede imaginar como es la muchacha,
una duendecilla encantadora que no se puede estar quieta, a la que
le apasiona comunicar, la buena literatura, la buena música y las campanillas.
Esto precisamente fue lo que SeSe, otra gran mujer, me encargo que le hiciese
para la “guaja del columpiu” por su cumpleaños, que… hace unos días hicimos
una pequeña celebración en la radio, he de decir que muy emotiva, para la
duendecilla, yo que las conozco muy poco, me demostraron el respeto y el cariño
que se tienen, y lo buenas personas que son.
Enreda y yo
descubrimos que tememos algo en común, seguro que tenemos mas cosas, eso lo
descubriremos con el tiempo, que esta amistad que estamos empezando estoy
convencida que va a durar mucho tiempo, pero eso que tenemos en común es la
madera, y por eso he hecho mi pequeña aportación para que entre en “mi mundo de
madera, relieves, galanas, trisqueles, gubias y formones” y se quede aquí para
siempre, y se sienta tan a gusto en mi mundo como yo lo estoy en el suyo.
Gracias a
todas, no os voy a nombrar por miedo a dejarme a alguien atrás, pero ya sabéis a
quienes me refiero. Gracias por la acogida que me hicisteis, por escucharme y
por hacerme pasar momentos tan agradables.