Esta entrada
la tengo pendiente desde hace unos meses. Está dedicada a dos personas, que
aunque no hace mucho que las conozco, han pasado a ser algo muy especial para
mi.
Un buen día,
se me ocurrió dejar un comentario en Facebook. El comentario decía: si me encontráis
un local estoy dispuesta a ir con la exposición donde sea. No habían pasado
cinco minutos cuando alguien contestó: ¿te van bien las fechas a partir del
nueve de enero? Yo no tenia claro si me estaban tomando el pelo, pero estaba
claro que no era así. La que ahora es mi comadre, Vicky, me ofreció su local,
el Som Com Som, sin conocerme ni a mi, ni mi obra, arriesgándose conmigo al mil
por cien, porque en la larga trayectoria del local, era la primera vez que lo
decorarían piezas de talla de madera. Y sin darme cuenta estaba preparando una
exposición para Valencia.
La
inauguración impresionante, la clausura divertida, pero la generosidad que nos
demostraron, con creces, nuestras anfitrionas Vicky y María, eso… no es fácil
de explicar. El cariño, la complicidad, la camaradería y muchas cosas más, hay
que estar con ellas para sentirlo.

Gracias
comadres, por ser como sois, no cambiéis nunca. Os quiero.